Kor Business comunicación & marketing | Comunicación corporativa, el gran aliado de las organizaciones
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Comunicación corporativa, el gran aliado de las organizaciones

En un momento de incertidumbre y continuos cambios como el que vivimos actualmente, las empresas están obligadas a utilizar todas las herramientas a su disposición para conseguir reforzar la imagen de su organización, llegar al mayor número de potenciales clientes que sea posible y, sobre todo, alcanzar una sólida presencia de su marca en el mercado.

Hoy vamos a hablar de un elemento que a veces se olvida cuando se trata de ayudar a reforzar las ventas o mejorar la gestión interna de la compañía, nos referimos a la comunicación corporativa, que además de mejorar el posicionamiento de marca, permite establecer una relación sólida y duradera entre la empresa y los diferentes públicos con los que interrelaciona.

Pero de qué hablamos

Si queremos avanzar más por ese camino lo primero que tenemos que saber es de qué estamos hablando. La comunicación corporativa es un conjunto de acciones y estrategias que tienen como objetivo mejorar la imagen y reputación de una empresa y fortalecer su relación con sus clientes, pero también con sus propios trabajadores, transmitiendo a todos ellos su identidad, cultura, valores, objetivos y mensajes.

A la hora de abordar la comunicación corporativa de una empresa es importante hacerlo de forma global, integral, tanto a nivel externo como interno, utilizando parámetros comunes para que haya una coherencia.

Lo que comuniquemos debe ser siempre lo más veraz posible, manteniendo un tono y estilo similar en todas las acciones y se deben destacar aquellos aspectos diferenciadores que hacen a una empresa/marca singular frente a los demás.

Esta comunicación incluye la gestión de la información, la identidad corporativa, la relación con los medios de comunicación, la gestión de crisis, las relaciones públicas o la responsabilidad social, entre otros aspectos y su eficacia puede tener un impacto significativo en el éxito de una empresa. Una buena comunicación corporativa redunda siempre en una mejora de la reputación, de la confianza y es un elemento de fidelización de los clientes, que no solo compran un producto o disfrutan de un servicio por sus condiciones o características, sino que cada vez más, quieren conocer quién está detrás de él, cómo son sus trabajadores, sus valores, lo que facilita la captación de nuevos clientes y lo que es más importante, la fidelización de los que ya se tienen.

Elementos estratégicos

Y ahora vayamos por partes. Dentro de la comunicación corporativa encontramos una serie de elementos clave que nos ayudan a poner en marcha una estrategia global que afecta a diferentes áreas de la organización.

El primero de ellos es la definición de la identidad corporativa que incluye la marca de la empresa, su logotipo, colores, diseño y estilo, que deben ser coherentes en todos los aspectos de la comunicación de la empresa.

Seguiremos con la definición de los mensajes claves que queremos comunicar, ya sea a través de sus productos o servicios o de los medios de comunicación y aquí debemos añadir un elemento más, definir de forma clara las diferentes audiencias a las que queremos llegar con los distintos mensajes etc.

A esto seguirá la descripción de los canales de comunicación, que no son más que los medios utilizados por la empresa para comunicarse con su público, incluyendo publicidad, relaciones públicas, marketing digital, redes sociales, eventos, entre otros.

Cuantos tipos de comunicación encontramos

Si en este momento ya hemos definido que elementos serán claves si queremos poner en marcha una comunicación corporativa, ahora bebemos definir cuáles son las áreas de aplicación y para ello nos encontramos con:

Comunicación interna: se refiere a la forma en que la empresa se comunica con sus empleados, engloba a la plantilla de trabajadores y colaboradores más cercanos. Y no es solo una mera comunicación informativa sobre tareas, nuevos proyectos o cambios en las condiciones laborales, sino que debe ser motivacional y que incida en los valores de la empresa. Una buena comunicación interna es fundamental para motivar a los empleados y para que estos sientan que forman parte de la organización; lo que redunda en la productividad y en que colaboren, a su vez, en crear una buena reputación e imagen.

Comunicación externa: se refiere a la forma en que la empresa se comunica fundamentalmente con los medios de comunicación y periodistas.

Medir, medir y medir

Hay una frase que podemos aplicar a todos los ámbitos de nuestra vida profesional pero que cuando hablamos de comunicación, del tipo que sea, es imprescindible, medir, medir y medir. Todo aquello que no se mide no existe, cualquier actividad que no podamos convertir en número, estadísticas, sirve para muy poco.

En comunicación, no basta con que las cosas se hagan bien, sino que tienen que ser medidas, y aquí entra un término que, seguro que todos hemos oído en algún momento y en entornos diferentes, los temibles KPI’s, que traducido al castellano no son más que medidores del desempeño.

En la comunicación corporativa es importante medir y evaluar su eficacia a través de herramientas de seguimiento y análisis, para identificar las áreas que necesitan mejorar y ajustar la estrategia de comunicación en consecuencia.

Algunas de esas herramientas son, por ejemplo, las encuestas de opinión que permiten conocer la satisfacción de los empleados con respecto a la comunicación interna. Las preguntas pueden ser diseñadas para evaluar la eficacia de los canales de comunicación utilizados, la claridad de los mensajes, la frecuencia de las comunicaciones, entre otros aspectos.

También se pueden emplear métricas como la tasa de apertura, la tasa de clics y de respuesta para evaluar el éxito de los mensajes, para saber cómo están interactuando los empleados con los correos electrónicos que les enviamos,  o con las redes sociales de la compañía, o si participan o no en los eventos que se organizan desde la dirección.

Reducción del absentismo y mejoras de la productividad

Algo que pocas veces se sabe es que una buena comunicación corporativa puede ayudar a reducir el absentismo y mejorar la productividad de la organización. Si los empleados están bien informados y se sienten parte de la empresa, es menos probable que falten al trabajo y también si ésta es eficaz, puede mejorar la productividad de los empleados, lo que puede medirse a través de indicadores como la cantidad de trabajo completado por hora o el número de proyectos entregados dentro del plazo.

En general y como norma básica, para la medición de los resultados de la comunicación interna deben elegirse aquellas métricas que estén más alineados con los objetivos específicos de la empresa u organización.

Y por último solo nos quedaría saber cómo medimos los resultados de la comunicación externa, aquella que hacemos a través de los medios de comunicación, tanto en papel, como digitales. Dos son los resultados que vamos a medir y que nos permitirán conocer si las herramientas que estamos utilizando, notas de prensa, entrevistas o artículos de opinión, están teniendo buenos resultados: audiencia, el número de potenciales lectores a los que estamos llegando; e impactos las veces que en una noticia o un reportaje citan a nuestra marca o empresa.

En conclusión, la comunicación corporativa contribuye al óptimo funcionamiento de las organizaciones y a mejorar la imagen corporativa. Por lo tanto, adquiere un rol fundamental en todas las empresas. Para llevarla a cabo de forma exitosa, y para lograrlo hay que seguir dos reglas de oro: transmitir mensajes coherentes y focalizarse en los objetivos empresariales.