26 Jul Flexibilidad laboral, el reto del empleo tras la pandemia

La pandemia nos ha trastocado la vida, no solo en el plano personal sino sobre todo en el laboral. La llegada del teletrabajo de forma generalizada en todo el mundo ha sido uno de los cambios más importantes que ha vivido el mercado laboral en décadas, y su rapidez de implantación es algo que ni los más cualificados expertos hubieran podido predecir.

Sin embargo, y como no podía ser de otra forma, no todo han sido beneficios para el mercado laboral, sino que los responsables de personas dentro de las organizaciones se enfrentan a nuevos retos y distintas formas de hacer las cosas, para dotar a los puestos de trabajo de la suficiente flexibilidad para hacerlos atractivos a los escasos candidatos disponibles en el mercado.

Según un reciente estudio realizado por LinkedIn, un 21% de los trabajadores ha dejado su puesto de trabajo tras la pandemia y el 28% se lo ha planteado en algún momento o incluso todavía lo está pensando, porque se han dado cuenta de que el trabajo no es su prioridad.

Estos datos son claros, las aspiraciones de los trabajadores, y sobre todo de los más jóvenes, han cambiado. Para ellos el trabajo ya no es lo primero, las relaciones con la empresa no son un matrimonio para toda la vida, no aspiran, como hacían sus padres a un empleo para siempre, sino que quieren un trabajo con la suficiente flexibilidad (de nuevo ese término), que les permita disfrutar de su vida personal, desarrollarse en otras facetas de la vida que no están ligadas directamente con su carrera profesional.

Conseguir el bienestar en el trabajo

¿Pero a que se refieren cuando hablan de flexibilidad? No solo quiere decir teletrabajar, la mayor parte de la semana desde casa, sin perder tiempo desplazándose a la oficina, sino que este concepto va más allá, y conlleva una serie de beneficios emocionales ligados a la productividad del trabajador, pero también a la forma de comportarse de la empresa,  a la implantación de políticas que permitan nuevas e imaginativas formas de regular su relación con los empleados, como por ejemplo el trabajo en función de tareas, proyectos u objetivos, en lugar de en base a horas.

El trabajador que disfruta de la flexibilidad laboral dispone de más energía y el nivel de estrés es menor, por lo que su productividad tiende a aumentar. Mejorar el bienestar emocional de los trabajadores supone para la organización una serie de beneficios como, por ejemplo, la mejora de su imagen como empleador, algo fundamental en un momento de escasez de determinados profesionales. La reducción de la rotación laboral, al conseguir que los puestos de trabajo sean más apreciados por sus empleados, disminuyendo las posibilidades de que éstos quieran abandonar la empresa, y reduciendo la rotación laboral.

Pero ¿cuál es la realidad de nuestro país en la implantación de medidas que apoyan la flexibilidad laboral? Según datos de la OCDE, España se encuentra entre los países con menos flexibilidad laboral de Europa, situándose en la mitad de la tabla y con «baja nota» en condiciones de contratación. Ocupa el puesto 25 de 41 países analizados en materia de flexibilidad laboral pertenecientes a la Unión Europea y a la OCDE, además de ser un país que presenta una nota «pésima» en el apartado de condiciones de contratación.

En nuestro país, la jornada laboral general se sitúa en 8 horas diarias, cifra a la que hay que sumar las horas de descanso para la comida, que pueden llegar a ser incluso 3, a lo que hay que sumar los tiempos de desplazamientos. Si realizamos una suma, podemos llegar a la conclusión de que muchos de los trabajadores españoles pasan más de 10 horas diarias fuera de casa, lo que dificulta la conciliación.

Estos datos demuestran que todavía queda mucho camino por recorrer para lograr que las empresas de nuestro país se sumen a este modelo de trabajo flexible, y den respuesta a nuevas necesidades que están planteando los trabajadores.

Desde Kor Business trabajamos para conseguir que esta flexibilidad tan necesaria sea una realidad para toda la plantilla. Con la vuelta a la normalidad, tras dos años, hemos adoptado el teletrabajo como una rutina, combinado con la parte presencial pues no hay que olvidar que el trabajo de una agencia de marketing y comunicación se basa en la creatividad y el intercambio de ideas, y las sinergias que se crean entre distintos perfiles profesionales.  Todo ello encaminado a apoyar, ayudar y ofrecer soluciones a nuestros clientes, para conseguir que sus marcas sean lideres de su sector.

Esta misma flexibilidad nos permitirá está también pendientes de nuestros clientes aún en vacaciones, como dijo un “sabio” el puesto de trabajo no es un lugar.

¡¡FELICES VACACIONES!!